Sísifo moderno

Cuerpo,
armazón inútil,
me acompaña mientras subo la colina con mi carga.
Lo llevo puesto:
molde fatal,
molde imperfecto.
Sangra.
Es el desastre físico,
el golpe de rodilla perdido en la distancia.
¿Para qué seguir?
No hay nadie que lo rompa.
Cuerpo,
armazón inútil que defiende mi alma.

invierno, 1998

Lazos

¿Dónde están los dulces lazos del amor?
¿Por qué se fueron?
Estos meses severos, inmensos,
han agrietado mi alma
dejando al descubierto
el páramo nevado.
Nunca pensé que este camino
me devolviera a la isla
del desamor y el barro,
chapoteando insomne entre los charcos
que la falsa tormenta provocara.
Falso el amor,
falso el deseo
y la mentira presidiendo el cambio.
¿Dónde están los lazos del amor,
por qué se fueron,
se trataba de amor?

invierno, 1998

Fidelidad

He sido fiel,
fidelidad perruna del animal
a su ama.
Dejé que sus raíces enterraran mi alma
siempre llena de amor.
Mantenerme a su lado
fue muy fácil,
sin rumbo,
esperando una vuelta de tuerca,
una débil señal, una blanca
bandera agitada
que la trajera a casa.
Espejismo vano
del que despierto hoy,
enamorado.

invierno, 1998

Deudas II

La economía es madre
de todas nuestras cosas,
también en el amor;
al menos eso creen
los que ven a la gente
como mercadería.
Voy a buscar el libro
donde anoto las cuentas
a ver lo que yo debo
y lo que se me adeuda.
Será fácil hacer
dos pequeñas columnas
y sumar diez momentos
en cada una.
Diez momentos de dicha
que exigen pronto pago
sin ninguna evasiva.
El dolor que se añade
casi no se valora,
es el bajo interés
de esta triste partida.

invierno, 1998

Ceguera

Estuve ciego,
no quise ver la llegada del ocaso,
la mañana sin aurora
que presagiaba el tránsito.
Hoy tengo luz,
un sol frío e implacable
que ilumina mi llanto y
seca, indiferente, el pálpito
sangrante que me arranca,
con firme paso,
el dulce, inocente
temblor
que sacudía mi ánimo.

invierno, 1998

Lorquianada

Cuerpo
tierno,
duro,
fresco,
noche,
luna,
verde viento,
entre lágrimas de fuego
late el horno de mi cuerpo